Nos relajaremos en las aguas mineromedicinales de los balnearios, haremos un recorrido en catamarán por el Miño, conoceremos bodegas y monasterios y llegaremos al barrio judío de Ribadavia.

Las bodegas que se proponen en este itinerario son un ejemplo de las muchas que podéis encontrar a lo largo y ancho del territorio que forma la Denominación de Origen, desde las modernas y grandes como la de la Cooperativa do Ribeiro a las más pequeñas, de cosechero, con un trato más familiar y próximo.

O Ribeiro es la comarca productora de vino más ancestral de Galicia. Los ríos Miño, Arnoia, Avia y Barbantiño confluyen en ella, dejando a su paso una frondosa vegetación de ribera intercalada con viñedos y huertas. En sus laderas se diseminan iglesias, monasterios, pazos, castros y juderías, así como fuentes termales, que resucitan en una nueva edad de oro para sus balnearios.

Más información...
- Bodega Pazo de Casanova. www.pazocasanova.com
- Bodega Viña Meín. www.vinamein.com
- Balneario de A Arnoia. Teléfono: 988 492 400
- Balneario de Cortegada. Teléfono: 988 483 276

Día 1º

A Arnoia nos abre las puertas a la comarca vitivinícola más antigua de Galicia

A Arnoia será el lugar elegido como punto de partida para adentrarnos en la comarca vitivinícola más antigua de Galicia, O Ribeiro. En este ayuntamiento, a orillas del embalse de Frieira, se da el paradigma de la armonía entre vino, agua y termalismo que nos encontraremos en otros lugares de la comarca.

El Balneario de A Arnoia

La localidad cuenta en su oferta de alojamiento con un establecimiento hotelero con encanto rehabilitado sobre un antiguo priorato cisterciense. También existe un moderno hotel que alberga un balneario de aguas hipotermales; emanan a 22 grados y su composición sulfurada y fluorada es la adecuada para combatir afecciones reumáticas, dermatológicas o respiratorias.

Os recomendamos llegar temprano por la tarde si queréis aprovecharla relajadamente en este balneario, que se aterraza en una ladera en pendiente, tal como hacen aquí los viñedos. Desde su enclave privilegiado mira hacia las aguas embalsadas y a los bosques de ribera del Miño. Es el mismo paisaje que veremos desde sus piscinas exteriores e interiores.

Recorrido en catamarán por el río Miño

Si el tiempo es propicio, por la tarde podemos completar la balneoterapia con un recorrido en catamarán por el río Miño. Prácticamente a los pies del balneario se halla el embarcadero de madera. La travesía discurre por estas aguas tranquilas durante más de una hora, acompañados en todo momento de viñedos y de robles, sauces, alisos o abedules. Según la época del año se teñirán de verdes, marrones, rojos o amarillos.

Llegaremos a otro pueblo termal, el de Cortegada, cuyo balneario vemos exhibirse majestuoso en la orilla, arropado por el bosque a sus espaldas. Si no es primavera o verano os aconsejamos concertar el viaje con la empresa organizadora con anterioridad. En el balneario podrán ayudaros a contactar con ella o gestionarlo directamente.

Los típicos pimientos de A Arnoia se presentan de maneras muy diversas, incluso en helado

A la hora de cenar, para acompañar a un vino ribeiro podemos pedir productos tradicionales, y, si estamos en temporada, disfrutar también de uno de los manjares estrella de la comarca: los reconocidos pimientos de A Arnoia. Están exquisitos fritos, rellenos o en tortilla. Incluso se sirve helado de pimientos. En agosto se celebra la fiesta de exaltación del producto, declarada de interés turístico.

Día 2º

De ruta por las bodegas, admirando la monumentalidad del territorio y el barrio judío de Ribadavia

La Bodega Pazo de Casanova

Por la mañana, tras el desayuno, nos dirigimos al pueblo de Santa Cruz de Arrabaldo, cerca de la ciudad de Ourense. Visitaremos la bodega Pazo de Casanova, a media hora de camino por la A-52, la N-120 y la carretera provincial OU-0522. Después de franquear las murallas de piedra del pazo rural del siglo XVIII perteneciente a la bodega, en las laderas de la finca veremos las vides de treixadura, albariño, godello y loureira, a lo largo de una extensión de diez hectáreas que miran hacia poniente.

Durante el recorrido nos explicarán el proceso tradicional de elaboración que sigue la bodega. Y conoceremos los proyectos de investigación en los que están inmersos para contribuir al desarrollo y evolución de los vinos de la zona, en colaboración con la Estación de Viticultura y Enología de Galicia. Al finalizar degustaremos sus vinos y orujos.

La Bodega Viña Meín

Tras la toma de contacto con la primera bodega os sugerimos que pongáis rumbo al ayuntamiento de Leiro, en el curso medio del río Avia, de camino entre Ribadavia y O Carballiño. En la parroquia de San Clodio do Ribeiro se encuentra la bodega Viña Meín, que podremos visitar y degustar sus caldos.

Rodeada por una plantación de treixadura, el viejo y gran casal es hoy un coqueto alojamiento de turismo rural, pionero del enoturismo en Galicia, desde el que podemos ver ascender los viñedos por la ladera. La bodega, de nueva construcción, está levantada a los pies del edificio destinado a los huéspedes, aprovechando las piedras originales de la bodega antigua.

El monasterio cisterciense de San Clodio

Apenas a un kilómetro de aquí se encuentra el monasterio de San Clodio, Monumento Histórico-Artístico desde 1931 y considerado la cuna de los vinos de O Ribeiro. Los monjes cistercienses lo ocuparon en el siglo XII y su labor impulsó el cultivo de la vid en este territorio. La tierra, las suaves laderas y la orientación al mediodía y al oeste hicieron el resto del trabajo. Hoy alberga un hotel-monumento. Podemos acceder libremente a su interior y pasear por sus jardines o visitar los claustros. En su iglesia sobresale el retablo y el curioso artesonado mudéjar bajo el coro.

Carne, vino y licor café

De vuelta, en el restaurante del hotel tendremos la oportunidad de degustar carne ao barro o cordero lechal, o elegir otros establecimientos de la parroquia con menús basados en la cocina tradicional y regados con los vinos de la zona. Tras los postres es típico pedir una copita de licor café, tan popular en toda la provincia de Ourense.

Al terminar podemos dar un paseo hasta el puente medieval de San Clodio, que, junto con el monasterio, completa el conjunto histórico-artístico. Reparad en la cruz que corona su arco central. En la pared externa hay una figura de un santo que podría ser San Clodio.

El barrio judío de Ribadavia

El resto de la tarde lo dedicaremos a callejear por Ribadavia, la capital de O Ribeiro, donde se celebra, a finales de abril o principios de mayo, la Feria do Viño do Ribeiro, la más antigua de Galicia y de Interés Turístico. El vino también atrajo a esta villa a una importante comunidad hebrea, que llegó a ser la mitad de su población.

Podemos entrar al barrio judío, entre la plaza Mayor y la muralla. Entre sus tiendas destaca una que prepara exquisitos dulces hebreos siguiendo antiguas recetas. La Casa de la Inquisición es un bello edificio del siglo XVI, que distinguiréis porque en la fachada se labraron cinco escudos de las familias ligadas al Santo Oficio, llegado a la villa para vigilar y ajusticiar a los falsos conversos judíos.

Una visita a las ruinas del castillo de los Condes de Ribadavia

Las ruinas del castillo de los Condes de Ribadavia, en la parte alta de esta población, son el icono de la villa. Abandonado desde el siglo XVII, aún se percibe la grandeza de haber sido una de las mayores fortalezas medievales de Galicia. Os invitamos a atravesar las tres puertas de la muralla que se conservan: la Porta de Cerca Oeste, frente a la Alameda; la Porta de Celanova, al sur, comunicando con el río; y la Porta Falsa, al sureste, camino al molino. En el mirador de la plaza Buján podréis descansar del paseo viendo discurrir el río Avia, que más adelante entrega sus aguas al Miño.

Ribadavia cuenta con multitud de bares con una rica selección de vinos, además de los propios de la Denominación de Origen O Ribeiro. Son una excelente opción para tapear y cenar. Alguno de estos establecimientos ofrece por la noche espectáculos de música en directo de grupos locales.

Día 3º

Un tratamiento en el balneario de A Arnoia o un paseo en barca

Tras el desayuno os animamos a seguir aprovechando las propiedades mineromedicinales del balneario de A Arnoia, donde podréis recibir un masaje o un tratamiento de estética, salud o relax.

Si lo preferís, podéis bajar hasta el embarcadero, alquilar una pequeña barca de remos y navegar por estas aguas mansas. Otra alternativa es pasear por la orilla y contemplar el paisaje, o tomar algo en su pequeño y rústico bar rodeado de jardines y con mesas de madera.

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