Esta iglesia próxima a la capitalidad del ayuntamiento fue construida en la segunda mitad del S. XVIII sobre una posible construcción anterior de estilo románico, experimentando nuevas modificaciones en el S. XX. Se contrató la obra el 12 de diciembre de 1754, iniciándose el 4 de marzo de 1755 y poniéndosele fin a partir de 1758. En el S. XX se acometieron cuestionables reformas, no sólo en el edificio, sino en el propio mobiliario litúrgico. La más destacable puede ser el relevo de la cubierta por una bóveda de ladrillo convenientemente revestida con cemento y pintada imitando a la piedra. La nave principal, de menor altura con el presbiterio, presenta una cubierta exterior a dos aguas asentada sobre una cornisa decorada con moldura de cuarto bocel y dos pináculos piramidales con bolas en sus extremos, situados uno sobre la línea del contrafuerte del muro exterior, y otro, en el punto de unión de la nave principal con la capilla de los Miranda. La nave del presbiterio o Capilla Mayor, de mayor altura que las otras dos, tiene planta de forma cuadrada y está cubierta por un tejado a cuatro aguas, coronado en la cumbre y en sus extremos por pináculos piramidales finalizados en bola. En las esquinas cuatro contrafuertes soportan las fuerzas de empuje que genera la bóveda de cruzaría de su interior. El tercero de los cuerpos se corresponde con la capilla de los Miranda. Esta capilla presenta al exterior dos contrafuertes en sus esquinas, las cuales soportan los empujes de la bóveda de cruzaría del S. XVI que cubre su interior. Es por lo tanto el elemento más antiguo de la iglesia y en torno al cual se realizó el resto de la edificación. La cubierta exterior es a tres aguas y se une con la de la nave principal, asentándose sobre una cornisa de piedra con moldura de cuarto bocel. En el muro meridional una puerta abocinada con dintel da acceso a su interior, sobre la cual podemos apreciar los escudos de la familia Miranda, que tan próximo tiene su pazo.