A lo largo de este recorrido por el norte de la ría de Arousa, descubriremos increíbles lugares mágicos y espirituales. Muchos de ellos fueron la cuna de grandes figuras de la literatura gallega. Siguiendo el rastro del Apóstol Santiago, llegamos a estas tierras dispuestos a empaparnos de literatura, de leyendas y de milagros.

La Virgen de Guadalupe
cuando va por la ribera.
descalcita por la arena
parece una rianxeira.

Olitas vienen
olitas vienen y van
no te embarques rianxeira
que te vas a marear.
   Fragmento Rianxeira

Fecha de celebración de las romerías:
- Santiaguiño do Monte: 25 de julio.
- Nuestra Señora de Guadalupe: Domingo posterior al 8 de septiembre.
- Divino Nazareno: Tercer domingo de septiembre.

Otros datos de interés:
- Fundación Camilo José Cela: Contacto: 981 812 424/5. (www.fundacioncela.com).
- Casa-Museo Rosalía de Castro: Cierra los lunes. Contacto: 981 811 204. (www.rosaliadecastro.org).     
- Centro Arqueolóxico do Barbanza: Abierto de jueves a domingo. Contacto: 981 843 810. (www.centroarqueoloxicodobarbanza.org).
- Museo Valle-Inclán: Cierra los lunes. Contacto: 981 831 662 (www.apobra.org/es/turismo/museovalle-inclan ).

Día 1º

La primera jornada de este itinerario la empezamos en el santuario da Escravitude, un templo del siglo XVIII al que acuden muchas personas atraídas por la fama de las aguas milagrosas de su fuente. El templo se levanta, regio e imponente, justo al lado de la carretera principal. Una vez allí, no perdáis la oportunidad de beber del manantial, ni de entrar a ver el retablo barroco o de dar un paseo por el bosque que hay tras el santuario. Os pondréis después en marcha hacia Padrón, lugar al que, según la tradición, llegaron los restos del Apóstol Santiago.

Cerca de Padrón, vale la pena subir hasta la Ermita del Santiaguiño do Monte. El camino y las escaleras que nos conducen hasta el templo, atraviesan una frondosa vegetación, la cual ambienta con un halo mágico la localización que las leyendas sitúan como el último lugar en el que el santo les predicó a los paganos antes de regresar a Palestina. Tras años de infructuosa prédica, se le apareció la Virgen María para insuflarle ánimos en este mismo lugar. Las rocas y la fuente que allí se conservan son consideradas como milagrosas por sus devotos, dado que fue el propio Santiago el que hizo manar el agua al batir con su bordón en las piedras, después de que una pagana cuestionara el poder de Dios. En los días de romería, era costumbre subir de rodillas por los escalones de las rocas y pasar por los dos agujeros que hay que atravesar en vida o una vez finado. Si aun os queda aliento, habría que intentarlo.

Por otra parte, Padrón también nos permite acercarnos de cerca a dos figuras esenciales de la literatura gallega como son el Premio Nobel de Literatura (1989) Camilo José Cela, qué cuenta con una fundación al lado de la Colegiata de Iria Flavia, y la ilustre poetisa del Resurgimiento gallego Rosalía de Castro, que pasó sus últimos días en la Casa de la Matanza. Este palacio, actualmente convertido en casa museo, aun conserva la bancada en la que la escritora se sentaba a escribir o aguardaba por la inspiración. Fue después de su muerte cuando se plantaron las hermosas camelias que se encuentran en todo su esplendor en la primavera, entre las cuales se encuentra una variedad con el nombre de la poetisa.

Antes de abandonar Padrón, En su interior, se encuentra el famoso “pedrón“ donde fue amarrada la barca del Apóstol. Y, por supuesto, no dejéis de probar los famosos pimientos que le dieron fama internacional a la villa que, como por aquí se dice cada vez que uno se dispone a comer una ración, “unos pican y otros no“.

Siguiendo el camino del dicho hacia el suroeste, llegamos a la villa marinera de Rianxo, tierra de otros gallegos ilustres como Castelao, Rafael Dieste y el conocido como el “poeta do marManuel Antonio. En la Plaza Mayor de Rianxo nos aguarda el santuario da Nosa Señora de Guadalupe del siglo XVII, apodada por los rianxeiros como la “Virxe Moreniña” (Virgen Morenita). Esta Virgen es la protagonista de una de las fiestas más importantes de la comarca a primeros de septiembre. Por estas fechas, A Moreniña sale en procesión marítima con toda la flota por la ensenada de Rianxo, cubierta de pétalos de flores. Como broche final a las fiestas, aguarda el momento más vibrante cuando, entrada la noche, la villa queda iluminada sólo por los millares de bengalas que portan rianxeiros y visitantes. Envueltos en este ambiente mágico, es inevitable contagiarse de la emoción al cantar incesantemente la conocida “Rianxeira”.

Sin duda, la mejor manera de terminar esta jornada es degustando unas sabrosas xoubiñas de Rianxo o unos mejillones de la ría de Arousa en una de las tascas de la villa, con el sol poniéndose y, de fondo, las interesantes historias de los marineros.

Día 2º

En el segundo día de nuestro recorrido, aun canturreando el “Ondiñas veñen, ondiñas veñen, ondiñas viñen e van ”, nos dirigimos hacia Boiro y hacemos la primera parada en el enclave arqueológico de los Castros de Neixón. Situado en una pequeña península, al fondo de la ría de Arousa, este es uno de los yacimientos de mayor relevancia del Noroeste peninsular. Recorred la pequeña península y disfrutad con el espectáculo que la naturaleza de la ría os ha preparado. Desde aquí divisaréis una magnífica panorámica, tanto de la ría como de la villa marinera de Rianxo. En las cercanías de los castros, encontraréis el Centro Arqueológico del Barbanza donde podréis curiosear un poco más sobre la huella que dejaron los primeros pobladores de estas tierras.

Continuamos nuestra ruta por la costa, en dirección a la Pobra do Caramiñal. Allí encontraremos la imagen del Divino Nazareno, en la iglesia de Santiago do Deán. La romería del Nazareno ou das Mortallas, el tercer domingo de septiembre, es una procesión que se viene celebrando desde el siglo XV. En ella participan con gran fervor millares de fieles que acompañan el desfile de ataúdes vacíos que preceden a los devotos que esquivaron la muerte gracias a la intervención del Nazareno. Los familiares del ofrecido, vestidos con hábito morado, llevan el féretro y portan grandes cirios en los que atan exvotos de cera. Esta es una imagen impresionante, incluso para los más escépticos, en la que se ve como la vida se antepone a la muerte. Si no coincidís con los días de la romería, aprovechad igualmente para entrar en la iglesia coincidiendo con las misas de la tarde. Además de ponerle una vela al Nazareno para que escuche vuestras peticiones, no dejéis de visitar la capilla del Alba, una de las más antiguas del templo cuya importancia reside en que los marineros acudían allí para escuchar misa al volver de faenar, pues regresaban al amanecer, de ahí su nombre.

La mejor manera de continuar nuestra visita es ir dando un pequeño paseo por el centro de la villa: ver sus pantalanes, donde las embarcaciones descansan hasta otro largo día de faena, atravesar su cuidada alameda e incluso parar a tomar un aperitivo en las terrazas del centro pueden entreteneros más de la cuenta, pero no perdáis la oportunidad de percibir el sentir de esta tranquila villa marinera.

Alargamos nuestro paseo hasta la torre de Bermúdez, sede del Museo Valle-Inclán, para no abandonar esta temática mágico-literaria. Buena prueba de esto es el hecho de que a la romería del Nazareno ya asistía el escritor conocido como el padre del esperpento, Ramón María del Valle-Inclán, quien vivió varios años en la villa. Este edificio, de estilo renacentista, es otro de los símbolos de la Pobra do Caramiñal. En él, podréis internaros en la siempre curiosa atmósfera valleinclaniana, ver numerosos objetos personales del literato, además de cuidadas primeras ediciones de sus obras, varias de ellas escritas o ambientadas en la villa como Sonata de Otoño o Divinas Palabras.

El final perfecto para este itinerario es ascender hasta el mirador de la Curotiña. Cuando cojáis la carretera de acceso, no perdáis de vista el crucero de Moldes. En él, la Virgen María, de espaldas al mar bravío, es testigo de la leyenda que narra como hace mucho tiempo existía cerca de aquí una próspera villa llamada Valverde y como la codicia de sus habitantes hizo caer sobre ellos una terrible maldición. Según cuentan, al verter María una lágrima por tal comportamiento, el viento comenzó a rugir con tanta fuerza, qué lo levantó todo a su paso hasta que la villa quedó sepultada bajo un descomunal monte de arena. Este lugar es el que actualmente conocemos como las dunas de Corrubedo, que forma parte de uno de los enclaves naturales más espectaculares del noroeste peninsular, el Parque Natural formado por el Complexo dunar de Corrubedo e lagoas de Carregal e Vixán.

Ya en la cumbre, entre caballos salvajes y vegetación propia de estas alturas, y apoyados en la baranda de piedra, nuestra vista se relaja en el horizonte del poderoso Atlántico. Si el día está claro, podréis ver Fisterra e incluso las illas Cíes. La remontada a la Curotiña vale la pena, aunque sólo sea en los últimos momentos del día, para disfrutar de los colores del ocaso reflejados en las aguas calmas de la ría de Arousa.

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