Señorío y refinamiento combinados con la austeridad propia del mundo rural. Así era la vida en los pazos, las grandes casas de la hidalguía gallega construidas mayoritariamente entre los siglos XVII y XIX. Elegantes edificios con una historia que contar y, muchos de ellos, con unos magníficos jardines que merece la pena visitar. 

Pazos de Galicia, laberintos señoriales de piedra y flores en los que el tiempo se muestra en todo su esplendor.

Por ejemplo, el Pazo de Oca, donde entre estanques, bojes, escalinatas y hortensias se encuentra el árbol de camelias más alto de Europa. O el Pazo de Mariñán y su jardín francés al lado del mar. O el Pazo de Santa Cruz de Ribadulla y sus 200 variedades de camelias. Sin olvidar Rubiáns, Lourizán, Quiñones de León, Quinteiro da Cruz, A Saleta, Fefiñáns...

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